El Alfa Romeo 33 Stradale es un deportivo exclusivo porque solo se van a fabricar 33 unidades. Sus propietarios, que ya han adquirido su coche, podrán elegir entre un motor de gasolina de 620 CV o uno eléctrico de 750 CV, siempre con tracción trasera.
Las primeras reuniones con posibles compradores se celebraron en el Gran Premio de Monza de 2022, donde coleccionistas y fans de la marca pudieron apreciar los primeros bocetos del vehículo, creado con la pasión y el orgullo del Centro Stile de Alfa Romeo. La idea de revivir el icono caló tan hondo en estos aficionados que, en pocas semanas, ya se habían vendido las 33 unidades.
Con el 33 Stradale, Alfa Romeo resucita el concepto «fuoriserie» (fabricación a la carta) que tan buen resultado le dio en el pasado. Se fabricarán únicamente 33 unidades totalmente personalizadas de manera artesanal al gusto de sus afortunados propietarios, que podrán elegir entre numerosas variaciones de colores de carrocería, tapicerías y tejidos. Por lo tanto, no habrá dos unidades idénticas en el mundo. Cada unidad será fabricada por Carrozzeria Touring Superleggera.
Todo para que el Alfa Romeo 33 Stradale tenga un rendimiento aerodinámico superior. Hay que fijarse en detalles como que los faros integran tomas de aire o que los retrovisores tienen una doble función de alerón. El resultado es que se consigue un mayor «efecto suelo» para mantenerlo estable a altas velocidades, al tiempo que deja un coeficiente aerodinámico de 0.375 Cx sin necesidad a recurrir de sistemas activos.
Va a ser un coche construido artesanalmente por la empresa Carrozzeria Touring Superleggera y que el cliente va a poder personalizar a voluntad (hasta el número de chasis, cuyos últimos ocho dígitos podrá elegir).
Se puede ver a través de ese frontal con la V del cofango, esa zona en la que se integran capó y guardabarros. Los faros tienen tecnología LED en unas formas elípticas muy sugerentes. Llama la atención que la apertura del capó es a la inversa y que las puertas tienen apertura «elytra», similar a la de alas de mariposa. Aunque probablemente la parte más bruta sea la zaga, con una forma de V también marcada en el centro, grupos ópticos atractivos y un difusor de corte deportivo.
El 33 Stradale lleva un chasis de aluminio en H y monocasco de fibra de carbono, como mandan los cánones de un buen superdeportivo. Destaca por su elevada rigidez torsional, por su centro de gravedad bajo y por sus cualidades. También lleva un esquema de suspensiones de doble brazo con amortiguadores activos en ambos ejes y detalles como la elevación del eje delantero. El sistema de frenado es un Brake-By-Wire que va con discos carbonocerámicos firmados por Brembo.
Una sorpresa que esconde el Alfa Romeo 33 Stradale es que está disponible en dos sabores diferentes. Los clientes lo podrán escoger con un motor de gasolina algo más tradicional o en formato eléctrico para adaptarse a los nuevos tiempos. El primero es un V6 biturbo de 3.0 litros que va ligado a una transmisión automática de ocho velocidades y mantiene la propulsión mediante un diferencial electrónico trasero. En este caso, son 620 CV de potencia para conseguir prestaciones de escándalo: 0 a 100 km/h en 3 segundos y una punta de 333 km/h.
El otro es un ejemplar totalmente eléctrico que utiliza tres motores para conseguir una potencia de 750 CV. Las prestaciones son muy similares, con la velocidad máxima limitada a 310 km/h, aunque el peso pasa de estar en torno a los 1.500 kg a superar los 2.100 kg. Por otro lado, lleva una arquitectura de 800 V y una batería de 90 kWh (netos) que le permiten tener una autonomía eléctrica de alrededor de 450 kilómetros. En ambos casos el chasis emplea la misma configuración.
El Alfa Romeo 33 Stradale tiene un interior minimalista que también quiere recordar a los coches de competición del pasado. Solamente hay una pantalla con diseño telescópico que queda justo por detrás de un volante deportivo que tiene un tacto ejemplar y que destaca por su ausencia de mandos. En esa instrumentación se muestra toda la información necesaria y hay cambios de diseño en los modos Road o Track, dando prioridad a unos aspectos u otros.
La calidad está servida gracias al cuero de su tapicería, al Alcántara que remata algunas zonas o a las molduras de aluminio y/o fibra de carbono que adornan su salpicadero. Ofrece en dos configuraciones, la Tributo que es más clásica y da prioridad precisamente a cuero y aluminio; y la Alfa Corse de corte deportivo con el carbono y Alcántara. En todo caso, son sus propietarios los que tendrán la última palabra durante su desarrollo, que acepta mucha personalización.
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